En sombra

Calculo la tierra de dónde vengo
y creo nacer en las gotas de lluvia
que se vuelcan al Asón.

El pan que padre dejó aquella tarde sobre la mesa
el vino con que mis hermanos brindaron,
el puro que probé y la tos que provocó en mi garganta.

La sal de mi cuerpo bordeando tus manos.
Eladio, cuan tiempo ha paso y aún tu olor se
desgasta en mis armarios.
No me he deshecho aún del pañuelo con tus iniciales.

Querido Eladio, se que me esperas para contarte
esta vida llena de bodas.

Las gentes han cambiado y yo me he encorvado hacia la tierra,
espero tu abrazo como el calor de la primavera.
Tiendo mi desnudez en el lecho vacío
y las puntas de seda recorren las curvas voluptuosas,
que amaste.

El candil no se apaga y en la sombra de mi pluma sigues
resucitando el calor de mis venas.

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