Tienes que vivir con la muerte de otros y acostarte en tu oscura cueva sabiendo que ya no están ni su aliento ni el volumen de su cuerpo modelando la luz y la sombra.

Silencio en el pasillo, madera y tristeza,
que como una seda deja ver tus movimientos con cierta naturalidad,
sólo tú sabes que resiste el tiempo y aprieta.

Carta a mi hermana Regina.

Querida Regina,

En el pueblo todos comentan que huiste como el vapor de la tormenta y me dejaste sola; pero yo hago oidos sordos, tú y yo sabemos la verdad y con eso basta; ya se encargará la vida de morderles a ellos.

En la que era la casa de padre ya han sacado por fin la polilla de los armarios y barnizado la madera - dos veces - ...
El hijo pequeño de Celis el carpintero, ha metido las manos en la pintura y agitándolas eufóricamente al saludarnos ¡ha moteado toda la casa!. He tenido que contenerme la risa, pues ha hechado a perder el trabajo de tres días y lo han reprendido; pero si lo ves: parecía que le llovían sonrisas de las manos con aquellas miles de hermosas gotas blancas. Me recordó a los mimos que vimos en Madrid.

Luego, colocándose el lápiz de un gigante sobre la oreja...me ha dicho que quiere también ser carpintero¡Este crío...!¡es para despepitarse!.

Regina, no te apures por tu ausencia, Pedro y Maritere están conmigo.
La casa la guardo yo.
No te olvides de que la correspondencia has de enviarla a la tienduca y sin remite.

Un fuerte abrazo Regina ¡la semilla del monte!
de tu hermana Leonor.

Azul

Azul, la bocanada de aire fresco que redunda en el rocío.
La flor que resaltaba en la liga el día de mi boda,
tus ojos toda la vida, hasta que se fundieron en blanco.
Pero ya no me pesa tu muerte Eladio, continúas en mi corazón. Yo viviré el verde de la vida y los bailes rojos, con tu permiso, acompañada.
Ya no me pesas en el negro, mi vida, prefiero que mi muerte sea sólo mía.
No se oye nada más que escombros resquebrajarse
bajo tus pies inquietos
y las sirenas que amordazan cualquier grito.

Adelantándose al sonido queda la expresión del miedo
en el arqueo de la boca y la tensión en las manos
por querer agarrar la vida que acaba de extinguirse

¡Cuán de alienados estamos los hombres!
siempre luchando por una libertad que nos hemos pisado...
A igual que otras
viejas coetáneas
llevo una virgen
en el monedero
A diferencia de ellas
yo no la rezo, la castigo.

No la dejo ver
la luz y la tengo
entre la calderilla.

La rezé la noche en que murió Eladio
y también la jornada del incendio.
La rogué por mi tercer nieto
- Claudio, que en paz descanse -
y por la fábrica de quesos
...

Su respuesta
fue la muerte
mi reacción
la sepultura

Sí, soy una Araña.

Sí, he decidido que yo también soy una araña,
mi piel podría deshacerse
con la yema del índice contra el pulgar.

Si pudiera quedaría adormecida entre los árboles
para deleitarme con las insignificantes visitas
que tanto o más se interesan por tu estado.

Cómo me gustaría sentirme en la desnudez de mis encantos
y bañarme en el rocío, en esas gotas de cristal que
con sólo posarse en tus labios se desvanecen en un puro sabor a vida
fresca ....a quince años.

A esa sonrisa inocente y pícara que te volvía loco.

Tiempos de Nieve

Ha entrado el invierno,
la nieba cubre el Valle y la Navidad
es si cabe más triste.

Navidad agria, a pesar de las tostas
en almíbar.
Soy una vieja huérfana, que quisiera recuperar los cuentos de su madre
brindar con su amante y llegar a hurtallidas cargada de regalos.

no me he portado tan mal como para que me traigan dos medias y un faja...
menos mal que conservo mis novelas....