A igual que otras
viejas coetáneas
llevo una virgen
en el monedero
A diferencia de ellas
yo no la rezo, la castigo.
No la dejo ver
la luz y la tengo
entre la calderilla.
La rezé la noche en que murió Eladio
y también la jornada del incendio.
La rogué por mi tercer nieto
- Claudio, que en paz descanse -
y por la fábrica de quesos
...
Su respuesta
fue la muerte
mi reacción
la sepultura
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