Sí, soy una Araña.

Sí, he decidido que yo también soy una araña,
mi piel podría deshacerse
con la yema del índice contra el pulgar.

Si pudiera quedaría adormecida entre los árboles
para deleitarme con las insignificantes visitas
que tanto o más se interesan por tu estado.

Cómo me gustaría sentirme en la desnudez de mis encantos
y bañarme en el rocío, en esas gotas de cristal que
con sólo posarse en tus labios se desvanecen en un puro sabor a vida
fresca ....a quince años.

A esa sonrisa inocente y pícara que te volvía loco.