Abundancia era lo que escaseaba.
La imagen desoladora del ganado hecho trizas
padre sobre las rocas con las manos entrelazadas,
y la mirada al norte,
madre abrazandolo
y los niños ajenos a la desgracia
se acercaron a los abuelos en la puesta de sol.
Se escondieron bajo sus brazos
recortando el desolado aterdecer.
Era un cuadro precioso,
ceniza en los campos.
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